La depresión es un trastorno mental con origen multicausal. Es decir, que no hay una única causa de la depresión, sino diferentes factores que afectan a la probabilidad de que podamos tener una depresión. Podemos distinguir entre los factores de tipo biológico, psicológico y social. Esto significa que, ante un mismo evento estresante, diferentes personas presentarán una vulnerabilidad distinta en función de la vulnerabilidad biológica (como, por ejemplo, factores genéticos u hormonales) o los recursos que tengan para enfrentarse a dicho estresor (tanto psicológicos, como contextuales o sociales). Esto hace que la depresión sea un problema complejo de estudiar ante el que han ganado fama explicaciones reduccionistas sobre las causas del mismo (como, por ejemplo, la hipótesis que explica que la serotonina es la única causa de la depresión). Lo cierto es que no se puede reducir la explicación sobre el origen de la depresión de una persona a un único motivo, y hacerlo es mostrar una visión parcial de la realidad y alejada de la evidencia científica. Dicho esto, veamos cuáles son las causas de la depresión según los diferentes factores que existen:
Factores biológicos implicados en la depresión:
Entre los factores biológicos como causa de la depresión destacan los factores genéticos y las hipótesis monoaminérgica, neurotrófica e inflamatoria de la depresión. Que existan factores genéticos subyacentes a la depresión no quiere decir que la depresión sea un trastorno mental que se hereda, sino que heredamos una mayor vulnerabilidad a sufrir episodios depresivos que podrá manifestarse o no en función del entorno en el que crezcamos y las experiencias que vivamos. Es decir, una persona con una vulnerabilidad genética alta no necesariamente sufrirá depresión a lo largo de su vida, mientras que otra con una menor vulnerabilidad puede sufrirla si, lamentablemente, se dan las circunstancias para ello. Una vez dicho esto, a continuación puedes ver una breve explicación de las tres teorías anteriormente mencionadas sobre el origen biológico de la depresión:
¿Una cantidad baja de serotonina es la causa la depresión? La hipótesis monoaminérgica
Aunque la teoría monoaminérgica de la depresión ha contado con mucha aceptación durante décadas, en la actualidad no existe consenso científico respecto a que la serotonina sea la causa de la depresión, si bien sí que puede desempeñar un papel en su sintomatología. La teoría monoaminérgica de la depresión nació observando los efectos de fármacos como la imipramina en el estado de ánimo de los pacientes. Estos fármacos tenían un efecto directo en la recaptación de las monoaminas, concluyendo los investigadores que esta sería la causa de la depresión y naciendo así la hipótesis monoaminérgica de la depresión.
Sin embargo, el alto porcentaje de personas que no reciben beneficios desde este enfoque, el gran número de recaídas y una gran cantidad de abandonos en el tratamiento ha hecho que la búsqueda de nuevos modelos explicativos de las causas de la depresión haya tenido lugar durante el presente siglo.
La hipótesis neurotrófica de la depresión.
Otra de las hipótesis de moda sobre el origen de la depresión es la que señala a las alteraciones en la plasticidad neuronal en las personas con sintomatología depresiva, centrándose gran parte de la investigación en estudiar el efecto de los factores neurotróficos en la depresión, especialmente el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que tiene un papel muy importante en la plasticidad y desarrollo del sistema nervioso. Según esta teoría, las personas con depresión presentan alteraciones funcionales debido a que tienen un menor número de estas neurotrofinas. Otro factor neurotrófico correlacionado con la mejora cognitiva y la neurogénesis es el factor de crecimiento insulínico de tipo I (IGF-1) y el Factor de Crecimiento Endotelial Vascular (VEGF) . Según algunos estudios, el efecto de los antidepresivos sería la consecuencia del aumento de estos factores neurotróficos. También se han relacionado los beneficios de la actividad física en la sintomatología depresiva con el aumento de los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro.
La hipótesis inflamatoria de la depresión.
Junto a la hipótesis neurotrófica ha cogido fuerza en los últimos años la hipótesis inflamatoria como causa de la depresión. El proceso inflamatorio está dirigido por el intercambio de citoquinas, que son proteínas que regulan la función de las células que las producen sobre otros tipos celulares.
Actualmente, existe el reconocimiento de que los trastornos depresivos podrían ser mejor explicados como condiciones de la activación inmune, especialmente debido a la hiperactividad de respuestas inflamatorias. Este cambio en la visión sobre la depresión se debe a una creciente apreciación de que los procesos inflamatorios son fundamentales para la patogénesis de varias enfermedades modernas, como las cardiovasculares, la diabetes y el cáncer. Hoy en día existe la evidencia de que muchos trastornos inflamatorios como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las enfermedades cardiovasculares y algunos trastornos inmunes, así como trastornos neuroinflamatorios (esclerosis múltiple y trastorno de Parkinson) y afecciones inflamatorias (hemodiálisis y posparto) pueden desencadenar depresión clínica. Además, la administración aguda o repetida de determinadas citosinas pro-inflamatorias conducen a un "comportamiento de enfermedad", un complejo de síntomas caracterizado por anorexia, pérdida de peso, trastornos del sueño, supresión del comportamiento social, locomotor y anhedonia, es decir, todos los síntomas clave de la depresión mayor.
Factores psicológicos causa de la depresión:
Pese a que los factores biológicos son los que han sido más estudiados y han gozado de mayor reconocimiento mediático a la hora de exponer las causas de la depresión, durante los últimos años los factores psicológicos han ido cobrando cada vez más importancia. Entre los factores psicológicos más destacados que te interesa conocer, están:
Factores sociales implicados en el origen de la depresión
Finalmente, los factores sociales también pueden ser una de las causas de la depresión. Entre los mismos, destacan la situación socioeconómica de la persona (pues hay una mayor prevalencia de los trastornos depresivos en las personas con menor nivel socioeconómico) o el entorno en el que vive una persona (barrios más marginales o de menor nivel adquisitivo no solamente tienen una menor cantidad de recursos o actividades de las que disfrutar, sino que también presentan mayores niveles de ruido e índices de criminalidad y por lo tanto generan un mayor estrés en la persona). También es muy importante la red social que posea la persona, siendo el apoyo social uno de los principales factores protectores de la depresión (a mayor apoyo, menor es la probabilidad de sufrir un episodio depresivo).
En resumen
Como has podido leer a lo largo de este artículo, las posibles causas de la depresión son muchas y saber cuáles están incidiendo en el problema de cada persona es una labor compleja que será realizada de la mejor forma posible por un profesional adecuado, que podrá de esta forma diseñar una intervención adecuada a cada persona en función de sus características y necesidades.
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