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Depresión

¿Cuáles son las causas de la depresión?

marzo 24, 2021octubre 7, 2020 por Clínica Balión
cuales son las causas de la depresión

La depresión es un trastorno mental con origen multicausal. Es decir, que  no hay una única causa de la depresión, sino diferentes factores que afectan a la probabilidad de que podamos tener una depresión. Podemos distinguir entre los factores de tipo biológico, psicológico y social. Esto significa que, ante un mismo evento estresante, diferentes personas presentarán una vulnerabilidad distinta en función de la vulnerabilidad biológica (como, por ejemplo, factores genéticos u hormonales) o los recursos que tengan para enfrentarse a dicho estresor (tanto psicológicos, como contextuales o sociales). Esto hace que la depresión sea un problema complejo de estudiar ante el que han ganado fama explicaciones reduccionistas sobre las causas del mismo (como, por ejemplo, la hipótesis que explica que la serotonina es la única causa de la depresión). Lo cierto es que no se puede reducir la explicación sobre el origen de la depresión de una persona a un único motivo, y hacerlo es mostrar una visión parcial de la realidad y alejada de la evidencia científica. Dicho esto, veamos cuáles son las causas de la depresión según los diferentes factores que existen:

Factores biológicos implicados en la depresión:

Entre los factores biológicos como causa de la depresión destacan los factores genéticos y las hipótesis monoaminérgica, neurotrófica e inflamatoria de la depresión. Que existan factores genéticos subyacentes a la depresión no quiere decir que la depresión sea un trastorno mental que se hereda, sino que heredamos una mayor vulnerabilidad a sufrir episodios depresivos que podrá manifestarse o no en función del entorno en el que crezcamos y las experiencias que vivamos. Es decir, una persona con una vulnerabilidad genética alta no necesariamente sufrirá depresión a lo largo de su vida, mientras que otra con una menor vulnerabilidad puede sufrirla si, lamentablemente, se dan las circunstancias para ello. Una vez dicho esto, a continuación puedes ver una breve explicación de las tres teorías anteriormente mencionadas sobre el origen biológico de la depresión:

¿Una cantidad baja de serotonina es la causa la depresión? La hipótesis monoaminérgica

Aunque la teoría monoaminérgica de la depresión ha contado con mucha aceptación durante décadas, en la actualidad no existe consenso científico respecto a que la serotonina sea la causa de la depresión, si bien sí que puede desempeñar un papel en su sintomatología. La teoría monoaminérgica de la depresión nació observando los efectos de fármacos como la imipramina en el estado de ánimo de los pacientes. Estos fármacos tenían un efecto directo en la recaptación de las monoaminas, concluyendo los investigadores que esta sería la causa de la depresión y naciendo así la hipótesis monoaminérgica de la depresión.

Sin embargo, el alto porcentaje de personas que no reciben beneficios desde este enfoque, el gran número de recaídas y una gran cantidad de abandonos en el tratamiento ha hecho que la búsqueda de nuevos modelos explicativos de las causas de la depresión haya tenido lugar durante el presente siglo.

La hipótesis neurotrófica de la depresión.

Otra de las hipótesis de moda sobre el origen de la depresión es la que señala a las alteraciones en la plasticidad neuronal en las personas con sintomatología depresiva, centrándose gran parte de la investigación en estudiar el efecto de los factores neurotróficos en la depresión, especialmente el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que tiene un papel muy importante en la plasticidad y desarrollo del sistema nervioso. Según esta teoría, las personas con depresión presentan alteraciones funcionales debido a que tienen un menor número de estas neurotrofinas. Otro factor neurotrófico correlacionado con la mejora cognitiva y la neurogénesis es el factor de crecimiento insulínico de tipo I (IGF-1) y el Factor de Crecimiento Endotelial Vascular (VEGF) . Según algunos estudios, el efecto de los antidepresivos sería la consecuencia del aumento de estos factores neurotróficos. También se han relacionado los beneficios de la actividad física en la sintomatología depresiva con el aumento de los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro.

La hipótesis inflamatoria de la depresión.

Junto a la hipótesis neurotrófica ha cogido fuerza en los últimos años la hipótesis inflamatoria como causa de la depresión. El proceso inflamatorio está dirigido por el intercambio de citoquinas, que son proteínas que regulan la función de las células que las producen sobre otros tipos celulares.

Actualmente, existe el reconocimiento de que los trastornos depresivos podrían ser mejor explicados como condiciones de la activación inmune, especialmente debido a la hiperactividad de respuestas inflamatorias. Este cambio en la visión sobre la depresión se debe a una creciente apreciación de que los procesos inflamatorios son fundamentales para la patogénesis de varias enfermedades modernas, como las cardiovasculares, la diabetes y el cáncer. Hoy en día existe la evidencia de que muchos trastornos inflamatorios como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, las enfermedades cardiovasculares y algunos trastornos inmunes, así como trastornos neuroinflamatorios (esclerosis múltiple y trastorno de Parkinson) y afecciones inflamatorias (hemodiálisis y posparto) pueden desencadenar depresión clínica. Además, la administración  aguda o repetida de determinadas citosinas pro-inflamatorias conducen a un "comportamiento de enfermedad", un complejo de síntomas caracterizado por anorexia, pérdida de peso, trastornos del sueño, supresión del comportamiento social, locomotor y anhedonia, es decir, todos los síntomas clave de la depresión mayor.

Factores psicológicos causa de la depresión:

Pese a que los factores biológicos son los que han sido más estudiados y han gozado de mayor reconocimiento mediático a la hora de exponer las causas de la depresión, durante los últimos años los factores psicológicos han ido cobrando cada vez más importancia. Entre los factores psicológicos más destacados que te interesa conocer, están:

  • Falta de estimulación: Las personas con depresión han perdido la motivación y no encuentran placer al realizar actividades que antes disfrutaban. Esto lleva a la persona a perder el número de refuerzos positivos (pequeñas o grandes recompensas que aumentan la probabilidad de que sigamos realizando ciertas conductas) que tiene durante su día a día, haciendo que cada vez sea menos probable que retome la actividad. Por ejemplo, si una persona ha perdido el trabajo o se ha encaminado en un nuevo proyecto laboral que no le hace ilusión, el hecho de perder las recompensas que nos da avanzar en un proyecto que nos motiva, avanzar en la empresa o acercarnos al objetivo laboral que nos gustaría alcanzar hace que la persona tenga más difícil encontrar nuevas motivaciones, sintiéndose a disgusto en este ámbito de su vida. Finalmente, esta falta de reforzadores afectarán al estado anímico de la persona.
  • Sesgo pesimista: Nuestro estado anímico afecta a qué cosas le dirigimos nuestra atención. Por ejemplo, una persona con trastorno de ansiedad prestará más atención a la presencia de posibles amenazas y tendrá una mayor sensibilidad a la presencia de las mismas. De la misma forma, una persona con depresión prestará más atención a los sucesos negativos que le sucedan a lo largo del día dándole más importancia que a los positivos. También tendrá una tendencia a atribuir sus logros a factores externos que no tienen nada que ver con él o ella (como la suerte) y creerá que los negativos serán culpa suya.
  • Pensamientos negativos: La creencia de que el contenido de nuestros pensamientos es la causa de la depresión nació de la teoría de Beck, que observó que las personas con depresión tenían creencias irracionales sobre sí mismas bañadas bajo un manto de negatividad. Sin embargo, sus propios alumnos criticaron y terminaron rechazando su teoría (encabezados por Wells, autor de la terapia metacognitiva). Todas las personas tenemos pensamientos negativos a lo largo del día, por ejemplo un niño que cree que es mucho peor estudiante que el resto de alumnos. Sin embargo, muchas personas no hacen caso a estos pensamientos, otras se los toman como un reto y, finalmente, aquellos que se pasan el resto del día rumiando sobre esa idea. Esto nos lleva al siguiente factor.
  • Estilos de afrontamiento: Los estilos de afrontamiento hacen referencia a la forma en que cada persona hace frente a diversas circunstancias, problemas o pensamientos. Una persona con depresión tiende a enfrentarse a sus estados emocionales o pensamientos prestándoles una atención excesiva y pensando constantemente en los mismos, siendo su propia fuente de preocupación. A este proceso de preocupación excesiva se le denomina rumiación.
  • Factores sociales implicados en el origen de la depresión

    Finalmente, los factores sociales también pueden ser una de las causas de la depresión. Entre los mismos, destacan la situación socioeconómica de la persona (pues hay una mayor prevalencia de los trastornos depresivos en las personas con menor nivel socioeconómico) o el entorno en el que vive una persona (barrios más marginales o de menor nivel adquisitivo no solamente tienen una menor cantidad de recursos o actividades de las que disfrutar, sino que también presentan mayores niveles de ruido e índices de criminalidad y por lo tanto generan un mayor estrés en la persona). También es muy importante la red social que posea la persona, siendo el apoyo social uno de los principales factores protectores de la depresión (a mayor apoyo, menor es la probabilidad de sufrir un episodio depresivo).

    En resumen

    Como has podido leer a lo largo de este artículo, las posibles causas de la depresión son muchas y saber cuáles están incidiendo en el problema de cada persona es una labor compleja que será realizada de la mejor forma posible por un profesional adecuado, que podrá de esta forma diseñar una intervención adecuada a cada persona en función de sus características y necesidades.

    Si actualmente estás pasando por un episodio depresivo, en nuestro equipo contamos con profesionales formados y especializados que pueden ofrecerte la ayuda que necesitas, que podrán abordar de la mejor forma posible tu problema ayudándote a superarlo de una forma cómoda, profesional y perfectamente adaptada a ti, tanto de forma presencial con nuestros psicólogos en Santiago de Compostela o a distancia (a través de videollamada o llamada telefónica). En nuestra clínica ofrecemos un Análisis de caso, una sesión gratuita de 20 minutos donde puedes contarnos tu problema y puedas recibir el asesoramiento de un profesional adecuado.

    O puedes reservar una sesión con uno de nuestros profesionales de referencia a continuación:

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    Categorías Depresión Etiquetas Depresión, Psicología, Psicólogo, Salud mental 2 comentarios

    Síntomas de la depresión, ¿cuáles son?

    marzo 24, 2021septiembre 22, 2020 por Clínica Balión
    persona con depresión

    La depresión es uno de los trastornos mentales más comunes en nuestra sociedad. ¡Tan solo en España se calcula que afecta a más de 2 millones de personas! Afecta prácticamente al doble de mujeres que de hombres y  puede llegar a tener importantes consecuencias para la persona que sufre este trastorno. Por ello, es muy importante conocer los síntomas de la depresión, que van desde la falta de interés en uno mismo, la pérdida de interés en diferentes actividades que antes eran agradables para la persona que está atravesando una depresión – que recibe el nombre de anhedonia -, una disminución en el rendimiento laboral o académico y, en los casos más graves, la ideación o conducta suicida.

    Aunque la mayoría de las personas asocian a la depresión un sentimiento de profunda tristeza, este es únicamente uno de los criterios que existen para diagnosticar una depresión. Mientras que todo el mundo se puede sentir triste o abatido en ciertos momentos de su vida, en reacción a eventos concretos, la depresión va más allá de un sentimiento de tristeza.

    Además, las personas con depresión pueden tener síntomas diferentes e incluso opuestos. Por ejemplo, algunas personas pueden tener problemas para conciliar el sueño, como insomnio, y otras dormir más de lo que lo hacían habitualmente. De la misma forma, algunas personas pueden presentar una pérdida de apetito con la consecuente pérdida de peso y otras un aumento de la ingesta de comida y de su peso corporal. Por otra parte, actualmente los estudios indican que puede haber diferencias entre sexos en cómo se manifiesta este trastorno del estado de ánimo. Algunos investigadores afirman que esta es una de las causas de las diferencias de prevalencia, al ser la depresión un trastorno infradiagnosticado en los hombres por la diferencia en la sintomatología depresiva. Debido a la amplia variabilidad de la síntomas de la depresión, es importante acudir a un profesional para que pueda valorar de forma correcta tu situación y ajustar una intervención adaptada a tus necesidades y circunstancias.

    ¿Cuáles son los síntomas de la depresión?

    Los síntomas de la depresión son variados y dos personas pueden ser diagnosticadas con el mismo trastorno a pesar de no compartir prácticamente ningún síntoma. No obstante, es necesario que al menos uno de los síntomas sea un estado de ánimo deprimido o una pérdida generalizada del interés o de la capacidad de experimentar placer, que serán síntomas presentes desde los casos de una depresión leva a una depresión grave. De esta forma, los síntomas de la depresión son los siguientes:

    • Un estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, prácticamente todos los días: Esta información puede venir de la propia sensación subjetiva de la persona. Es decir, la propia persona afirma que se siente triste, una sensación de vacío, abatimiento y desesperanza. No obstante, esta información también puede venir de otras personas de su entorno, que ven a la persona decaída y notan que está triste o desanimada. En poblaciones de diferente edad, como en los niños, el estado de ánimo puede ser irritable en vez de deprimido.
    • Disminución del interés o el placer por todas o casi todas las actividades del día, durante la mayoría de los días: Este síntoma también es conocido como anhedonia, y es otro de los síntomas centrales de la depresión aunque puede estar presente en otros trastornos. La persona no solo deja de experimentar placer ante diferentes actividades, también tiene una menor motivación o deseo de participar en las mismas, reduciendo de esta forma la cantidad de estímulos positivos a los que se expone la persona deprimida durante su día a día.
    • Pérdida o aumento importante del peso sin hacer dieta, o disminución o aumento del apetito: Gran parte de las personas con un trastorno depresivo mayor experimentan una pérdida de apetito o, por el contrario, un aumento del mismo con los consecuentes cambios en su peso corporal. Las diferencias entre estas personas se cree que están asociadas a diferencias en los niveles de cortisol y niveles de citoquinas pro-inflamatorias que pueden inducir alteraciones metabólicas en el organismo, según investigaciones recientes donde también se han estudiado alteraciones en los niveles de insulina, leptina o grelina. Por otra parte, en niños y adolescentes es importante tener en cuenta que el niño no alcance el peso corporal esperado para su edad y desarrollo.
    • Insomnio o hipersomnia, gran parte de los días: De la misma forma que en el criterio anterior, algunas personas con depresión pueden presentar problemas a la hora de conciliar o mantener el sueño (insomnio) mientras que otras dormir más de lo habitual (hipersomnia). Estas alteraciones en el sueño se han relacionado con alteraciones en los ciclos circadianos, relacionados con nuestros relojes biológicos, que influyen en los ciclos de sueño-vigilia. Los ciclos de sueño-vigilia están regulados por neurotransmisores vinculados históricamente con la depresión, como la serotonina, y también por otros como la melatonina. Es importante destacar que las alteraciones en el sueño pueden generar también síntomas característicos de la depresión, como sensación de fatiga y alterar nuestras señales de apetito saciedad, por lo que la depresión y las alteraciones del sueño están relacionadas de forma bidireccional.
    • Agitación o retraso psicomotor casi todos los días: Este síntoma también puede ser informado a través de la sensación subjetiva del paciente o de las personas de su entorno. Además, será importante reconocer si este síntoma es causado por la propia medicación (la agitación es un efecto secundario reconocido de la medicación antidepresiva y que debe estar bajo estrecha vigilancia, pues este efecto secundario se ha relacionado con la aparición de la conducta suicida, especialmente en niños, adolescentes y jóvenes adultos).
    • Fatiga o pérdida de energía casi todos los días: Este síntoma de la depresión puede manifestarse a través de una alteración de la conducta, como un menor rendimiento en el ámbito laboral o académico o una disminución de la resistencia de la persona con depresión, que se siente cansada o exhausta más fácilmente; o bien de forma subjetiva de la propia persona en el que se nota más fatigada de lo habitual o con una menor capacidad para enfrentarse a diferentes situaciones o tareas que antes consideraba sencillas. Las alteraciones en el sueño, como el insomnio, presentes en la depresión, pueden favorecer la aparición de la fatiga o la pérdida de energía.
    • Disminución de la capacidad de pensar, concentrarse o tomar decisiones: A pesar de ser uno de los criterios diagnósticos utilizados en el Trastorno Depresivo Mayor, es importante tener en cuenta que los problemas de sueño pueden provocar por sí mismos una alteración en la capacidad de concentrarnos, atender a diferentes tareas y a la toma de decisiones. La pérdida de motivación también puede estar detrás de estos problemas, pues es difícil prestar atención y concentrarnos en una tarea ante la que tenemos una nula motivación. También es importante destacar que ciertos medicamentos utilizados en pacientes con depresión pueden tener como efecto secundario alteraciones en las capacidades de atención y concentración.
    • Sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva: Cuando una persona tiene depresión puede sentir que es una persona inútil, o tener creencias irracionales respecto a su propia valía o capacidad para realizar ciertas tareas, que se ven reforzadas al ver comprometida su capacidad de enfrentarse a tareas que antes consideraba fáciles de realizar o la disminución de su rendimiento en el trabajo, clase u otro tipo de ámbitos como el deportivo.
    • Pensamientos de muerte recurrentes, ideas suicidas recurrentes, intento de suicidio o un plan específico para suicidarse: La ideación suicida suele ocurrir en personas que sufren un gran dolor emocional y sienten que no hay nada que puedan hacer para cambiar ese sufrimiento, que han perdido el control y ya no pueden encontrar una solución. Es un síntoma presente en personas que tienen una depresión con un pronóstico más grave. Aunque estos pensamientos pueden aparecer de forma puntual, al hablar de ideación suicida estamos haciendo referencia a un hecho recurrente, siendo el hecho de tener un plan específico para realizar el suicidio el que mayor riesgo entraña y donde es más probable que la persona consume el acto. Si este es tu caso o el de una persona cercana a ti, te recomendamos que contactes con un profesional adecuado para que pueda ofrecerte la ayuda que necesitas.

    Como has podido comprobar, los síntomas de la depresión no solamente son variados sino que pueden llegar a provocar otro tipo de problemas que pueden reconocerse como signos propios de una depresión, como la propia falta de un descanso adecuado. Actualmente existen técnicas psicológicas muy eficaces tanto para la depresión como para problemas específicos relacionados con sus síntomas. Por ejemplo la activación conductual, que consiste en 'reactivar a la persona utilizando principios de aprendizaje y refuerzo para que consiga volver a tener una sensación de dominio sobre su vida y retome actividades placenteras, se ha mostrado igual de eficaz que la medicación incluso en las depresiones más graves. Por otra parte, otros problemas como el insomnio pueden ser atajados a través de técnicas más específicas y sin necesidad de tratamiento farmacológico en la mayoría de los casos. Actualmente en nuestro equipo de psicólogos en Santiago contamos con psicólogos actualizados y especializados en estas técnicas.

    ¿La depresión en hombres y en mujeres, hay diferencias en los síntomas?

    A pesar de que históricamente se ha asociado una mayor prevalencia de la depresión en mujeres que en hombres, teniendo un riesgo dos veces mayor de sufrir este trastorno, en la actualidad diferentes investigaciones afirman que los síntomas pueden diferir entre sexos de la misma forma que lo hacen en diferentes edades (como los niños o ancianos). De esta forma, se cree que la depresión se mantiene infradiagnosticada en los hombres debido a las diferencias en la manifestación clínica de este trastorno del estado de ánimo.

    Algunos profesionales señalan que las mujeres expresan más fácilmente sus síntomas emocionales y solicitan en mayor medida ayuda profesional adecuada, mientras que los hombres tienen mayores dificultades a la hora de expresar sus emociones y tienden a la somatización, por lo que es más probable que en vez de acudir a un profesional de la salud mental acudan a un médico generalista. Además, también tienden a recurrir con mayor frecuencia al abuso de sustancias para aliviar sus problemas lo que puede ocultar el episodio depresivo dificultando así el correcto diagnóstico de depresión.  Las diferencias estudiadas hasta ahora se centran en diferentes factores que son:

    Factores biológicos en la diferencia entre mujeres y hombres en la depresión

    Como diferencias hormonales que pueden aumentar la vulnerabilidad a sufrir un episodio depresivo, alteraciones en el estado de ánimo relacionadas con las diferentes fases del ciclo menstrual, cambios hormonales durante el embarazo y durante el periodo de la menopausia, donde se produce un incremento en la incidencia y recurrencia de la depresión. También se han asociado niveles bajos de testosterona con un estado de ánimo depresivo.

    Factores psicosociales que afectan a la diferencia entre mujeres y hombres en la depresión

    Hay factores psicosociales que son compartidos por ambos sexos, aunque puede haber diferencias en la medida en que los sufren, como por ejemplo el trauma y el abuso infantil que afectan a la vulnerabilidad de una persona de sufrir depresión. Por otra parte, otro tipo de eventos vitales estresantes, como por ejemplo un embarazo, también se relaciona con la sintomatología depresiva estando reconocida además la depresión posparto, aunque sus causas no son todavía claras. Además, las mujeres también son significativamente más vulnerables a sufrir eventos traumáticos como una violación o maltrato dentro de la pareja, lo que está relacionado de forma significativa con la depresión.

    Síntomas de la depresión y ansiedad, ¿se pueden tener a la vez?

    A pesar de que la depresión y la ansiedad sean reconocidas como afecciones diferentes, lo cierto es que la mayoría de las personas que sufren depresión presentan también síntomas de ansiedad de forma simultánea.

    Cuando una persona sufre depresión, aquellos problemas relacionados con síntomas propios de este trastorno como las alteraciones en el sueño, la pérdida de rendimiento en el trabajo o en el aula, la dificultad para concentrarse y para tomar decisiones pueden generar problemas relacionados con la ansiedad. De la misma forma, las personas que sufren un trastorno de ansiedad ven como su vida es afectada de forma significativa por el miedo que le generan diferentes situaciones, la sensación de pérdida de control y la impotencia de no poder enfrentarse a ellas, lo que puede favorecer la aparición de un episodio depresivo que se puede ver reforzado por la evitación cada vez mayor de diferentes actividades o situaciones que la persona relaciona con la aparición de sus sintomatología ansiosa. En ambos casos, lo ideal es contar con la ayuda psicológica online o presencial de un profesional cualificado para que pueda valorar tu caso individualmente y diseñar una intervención que se adapte a ti.

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    Categorías Depresión Etiquetas Depresión, Psicólogo, trastorno mental Deja un comentario

    El ejercicio físico para combatir la depresión

    septiembre 13, 2020noviembre 5, 2019 por Daniel Antonio Cortizo López

    La depresión, como hemos explicado anteriormente en otro artículo, es un trastorno del estado de ánimo donde predominan sentimientos de tristeza, frustración, apatía y una profunda desesperanza por poder salir adelante. Las personas que atraviesan una depresión sufren del estigma característico de un trastorno mental, lo que hace más difícil que busquen ayuda, mientras que una gran parte de la población desconoce las dimensiones sociales de este problema. Tanto si estás diagnosticado de depresión, como si conoces a alguien con este problema o simplemente no conoces lo suficiente sobre él, permíteme ofrecerte el siguiente dato: en España, en el año 2015, afectaba a casi dos millones y medio de personas. Es decir, la depresión es un trastorno mental frecuente, que afecta a aproximadamente el 5% de la población según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que, actualmente, es una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial.

    Hace más de un siglo se comenzó a estudiar la posibilidad de que el ejercicio físico pudiese emplearse como tratamiento para lo que actualmente conocemos como depresión. Desde este primer estudio, se han ido secundando diferentes investigaciones hasta la actualidad con el fin de respaldar los beneficios del ejercicio en la sintomatología depresiva.

    Las limitaciones del tratamiento actual

    En la actualidad los tratamientos para la depresión más utilizados son el farmacológico, destacando el uso de antidepresivos, y el psicológico. Una de las principales limitaciones, aunque cada vez más superada, de estos tratamientos para llegar a la población es el estigma negativo que poseen. En primer lugar, el estigma asociado al diagnóstico y, en segundo lugar, aquel asociado al propio tratamiento. La creencia errónea de que tomar pastillas o acudir al psicólogo es cosa de “locos” impide que muchas personas que están sufriendo puedan recibir la ayuda profesional que necesitan.

    En las últimas décadas prestigiosas guías, como la publicada por el NICE (The National Institute for Health and Care Excellence), o instituciones como la OMS han recomendado la programación del ejercicio físico para pacientes deprimidos, especialmente cuando hablamos de depresiones leves o moderadas. Sin embargo, es importante resaltar que el ejercicio tiene que ser una actividad que motive a la persona o que formase parte de aquellas actividades de las que disfrutaba anteriormente. Que existan estudios que muestren que el ejercicio es una herramienta útil con un impacto clínicamente significativo en la depresión no es sinónimo de que sea una receta mágica, siendo lo más importante adaptarnos a las necesidades y características de la persona.

    El ejercicio físico como herramienta para combatir la depresión

    A lo largo de las últimas décadas diferentes estudios han mostrado cómo el ejercicio físico puede ser una herramienta interesante a la hora de ayudarnos a combatir la depresión. Los estudios arrojan resultados positivos en diferentes poblaciones con características muy variadas: personas mayores de 65 años, adolescentes, mujeres o en personas diagnosticadas con Trastorno Depresivo Mayor. 

    Es especialmente interesante que, además, el ejercicio se encuentra como una de las principales recomendaciones para diversas enfermedades en las que las personas que las padecen suelen presentar síntomas propios de la depresión. Este sería el caso de las enfermedades cardiovasculares, el cáncer o la diabetes.

    Como puedes ver, el ejercicio parece ser una herramienta interesante a la hora de reducir la sintomatología depresiva. A la hora de intentar entender cómo el ejercicio logra producir estos efectos, se han propuesto diferentes mecanismos de acción supuestamente responsables de las mejoras relacionadas con el ejercicio en la depresión. Pese a que las líneas de investigación suelen centrarse en un único factor y tienden a darle un mayor protagonismo, actualmente no existe un modelo concluyente al respecto, siendo lo más probable que estos mecanismos actúen como un todo y no sólo de forma individual.

    El ejercicio físico y la depresión. ¿Cómo nos ayuda a superarla?

    Cuando escuchas hablar sobre cómo el ejercicio nos ayuda a combatir la depresión lo más probable es que te encuentres diferentes explicaciones. Por un lado, están las de tipo biológico y, por otro, los factores psicológicos y psicosociales.

    Teorías sobre el efecto del ejercicio en la depresión

    • Biológicas: Los teorías que buscan una explicación biológica de los beneficios del ejercicio físico en la salud mental son ampliamente mencionadas en los medios de comunicación y revistas, y es que seguro que te resultarán familiares frases como “el ejercicio libera endorfinas que nos ayudan a ser más felices”, “el ejercicio libera serotonina” o que “el ejercicio libera dopamina”. El ejercicio aumenta los niveles de algunos neurotransmisores que popularmente se han relacionado con la depresión. Que esto sea, o no, uno de los motivos por los que reduce la sintomatología depresiva es un debate del que nos haremos cargo en otro artículo. Por otra parte, hay teorías alternativas que señalan que el efecto antidepresivo se debe a la reducción de la inflamación corporal, el aumento de los niveles de los factores neurotróficos del cerebro  o a la generación de nuevas neuronas. Como es de esperar, no se han encontrado resultados concluyentes respecto a ninguna de estas teorías, siendo la más investigada actualmente la relacionada con la inflamación.
    • Psicosociales: Entre estas teorías destacan conceptos como la autoeficacia, la confianza, la red social o la autonomía. Vivimos en una sociedad en la que se le da demasiada importancia a lo biológico y se resta importancia a aspectos importantes que también juegan un papel fundamental en nuestra salud, tanto física como mental.  El ejercicio no solo nos aporta beneficios a nivel físico, sus beneficios no se limitan a una serie de adaptaciones fisiológicas y liberación de neurotransmisores. Mientras hacemos ejercicio o practicamos deporte estamos en contacto con personas, ampliamos nuestro círculo social, vamos experimentando como mejoramos en las metas que nos marcamos y-en el caso de personas de avanzada edad, alguna limitación física o enfermedad-podemos sentir también como cada vez gozamos de una mayor autonomía.

                  Claves del ejercicio en la depresión a nivel psicológico y social

    • Autonomía: Si has leído el artículo sobre la depresión que hemos compartido anteriormente en nuestra web, recordarás que una de las claves de la depresión es una descompensación entre situaciones desagradables y agradables en nuestra vida. Para personas de edad avanzada o alguna limitación o enfermedad física, ganar autonomía a través del ejercicio es un paso muy importante para retomar el contacto con actividades reforzantes en su día a día. Imagínate a una persona de 80 años que no es capaz de andar sin ayuda, o de subir o bajar las escaleras de su casa por el riesgo de caerse, y compara esa situación con una persona de su misma edad que puede moverse sin excesivos problemas. A lo largo del día, el primero tiene muchas más limitaciones de realizar de cierto tipo de actividades o disfrutar de ciertos momentos, y esto termina por repercutir inevitablemente en nuestro estado de ánimo. Por esta misma razón también es importante reconocer las necesidades de las personas antes de realizar un programa de ejercicio físico. La investigación se ha centrado principalmente en el ejercicio aeróbico, dejando de lado programas de fuerza que seguramente sean más interesantes para la población de edad más avanzada (especialmente vulnerables a padecer depresión) con la finalidad de otorgarles una mayor autonomía y poder volver a disfrutar de actividades que ya no podían hacer.
    • Distractor atencional: Otra de las claves que habíamos comentado es la presencia de pensamientos negativos recurrentes que absorben la atención de la persona que, encerrada en sí misma, persiste en analizar sus pensamientos una y otra vez. “¿Por qué me pasa esto a mí?”, “¿Qué he hecho para merecerme esto?” y otras preguntas parecidas rondan constantemente por la cabeza del individuo. Es lo que conocemos como rumiaciones. Además, la atención hacia este tipo de pensamientos suele desaparecer para prestar atención a otro tipo de amenazas, lo que retroalimenta el estado depresivo del paciente. Una de las teorías alternativas es que el ejercicio puede actuar como un simple distractor atencional, ya que cuando estamos distraídos no nos preocupamos y se rompe ese círculo en el que está envuelto la persona.
    • Mejora tu autoconcepto: A medida que avanzas en los objetivos que te marcas, como pueden ser ir aumentando la distancia que corremos cada semana, aumentar un kilo más nuestro levantamiento en determinado ejercicio o nadar un largo más, te sentirás mejor contigo mismo. Tanto la autoestima como la autoeficacia, conceptos de moda actualmente, son un producto de aquello que hacemos durante nuestro día a día. Solemos pensar que son causa, cuando lo cierto es que son producto de nuestras acciones.
    • Aumento del apoyo social: Y, por supuesto, el contacto social. El deporte es uno de los mejores contextos posibles para conocer a personas con las mismas aficiones que tú. Como animales sociales que somos, el contacto con demás seres humanos afecta a nuestro estado de ánimo, y tejer una red social amplia y sólida repercute necesariamente en nuestra calidad de vida.

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    Conclusiones

    Partiendo de la base de que no existen recetas mágicas para combatir la depresión, el ejercicio puede ser una herramienta importan para conseguir nuestro objetivo. Sus beneficios a nivel físico son ampliamente reconocidos, pero también juega un papel importante a nivel mental. Por supuesto, habrá personas que se beneficiarán en mayor medida que otras. Es labor del profesional conocer las características personales del paciente, sus necesidades y preferencias para poder adaptar la intervención a la persona y, si es necesario, buscar alternativas que cubran los diversos aspectos de los que hemos hablado en este artículo.

    psicologo santiago centro
    Daniel Antonio Cortizo López

    Graduado en Psicología en la Universidad de Santiago de Compostela. Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física. Instructor Fitness por la EuropeActive.

    Categorías Depresión Etiquetas Depresión, Ejercicio físico, Estado de ánimo, Psicología, Psicólogo Deja un comentario

    ¿Qué es la depresión?

    septiembre 13, 2020septiembre 14, 2019 por Daniel Antonio Cortizo López
    que es la depresion

    El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza
    muerta – García Lorca

    Todos nos hemos sentido tristes alguna vez, a veces con buenas razones para estarlo y otras sin saber muy bien por qué. Generalmente, los pensamientos que acompañan a nuestro estado de ánimo y nuestros sentimientos de tristeza suelen desaparecer al cabo de unas horas o de unos días. Pero hay veces que las personas se ven atrapadas, viendo como su estado de ánimo empieza a afectar a diferentes partes de su vida, como el trabajo o la escuela, y cómo van perdiendo el interés por actividades de las que antes disfrutaban. Es en estos casos en los que puede que estemos ante una depresión.

    Qué es la depresión

    La depresión es un estado en el que la persona que lo sufre se siente insoportablemente triste, a veces ansiosa, y en el que se experimenta una profunda desesperanza por poder salir de ese estado en el que está sumergida. Si preguntas a alguien con depresión qué es lo más triste de su vida, seguramente te responda que es la depresión. Hay síntomas que pueden manifestarse de diferentes formas en cada individuo: hay personas que son incapaces de dormir y otras que no encuentran las fuerzas para levantarse de la cama, algunas que sienten como pierden el apetito y esto conlleva a una pérdida significativa de peso y otras que ven como su apetito aumenta y también su peso. Lo que está claro es que quienes sufren una depresión tienen sentimientos de vacío, desesperanza respecto a salir de ese estado o una disminución importante del interés la mayor parte del tiempo para gran parte de las actividades del día a día.

    Cómo se manifiesta la depresión

    Normalmente, a lo largo de una semana cualquiera, todas las personas tenemos algún tipo de pensamiento negativo sobre nosotros mismos, algo que hemos hecho o que nos ha pasado. Sin embargo, no todos tenemos depresión. Quienes sufren este trastorno se quedan atrapados en esos pensamientos, que por sí mismos son una fuente de preocupación, e intentos insatisfactorios de controlarlos que llegan a causar frustración al ser incapaces de conseguirlo.


    Por otra parte, también se presenta un desbalance de las situaciones desagradables frente a las confortables. La persona deprimida deja de realizar actividades de su día a día y cambia su modo de interaccionar con los demás por la falta de refuerzos positivos y alicientes que le proporcionan dichas actividades. Este ambiente deprimente en el que termina envuelta la persona, junto a la constante preocupación y rumiación sobre sus propios pensamientos, tiene como consecuencia que la propia depresión sea, de por sí, deprimente.

    ¿Qué hacer si sufro depresión?

    Si estás deprimido o tienes una persona en tu círculo cercano que está pasando por una depresión, lo primero que tienes que saber es que es un estado que se puede superar. Gracias a la investigación, la psicología cuenta con terapias que se han mostrado tan efectivas como la medicación a corto plazo, y superiores a largo plazo, con el beneficio añadido de carecer de los efectos secundarios aversivos que esta posee.


    Por tanto, te animo a que busques ayuda profesional. Es cierto que, al igual que comentamos en el artículo de la ansiedad, existen ciertos tips que ayudan a mejorar la sintomatología depresiva. Quizás, el que ha ganado mayor relevancia en la actualidad ha sido el ejercicio físico, que ha sido incluido en las guías oficiales de tratamiento para la depresión como una herramienta útil a la hora de reducir la sintomatología. Sin embargo, cada persona parte de unas circunstancias diferentes, por lo que la mejor opción es consultar con un profesional que diseñe una intervención adaptada a ti y a tus circunstancias.

    psicologo santiago centro
    Daniel Antonio Cortizo López

    Graduado en Psicología en la Universidad de Santiago de Compostela. Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física. Instructor Fitness por la EuropeActive.

    Categorías Depresión Etiquetas Depresión, Estado de ánimo, Psicólogo, Salud mental Deja un comentario
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