En un inicio esta pregunta podría parecer estúpida y carente de sentido. Todo el mundo sabe lo que es la ansiedad. Si una persona no ha sufrido ansiedad en sus propias carnes, conocerá a alguien que sí padezca ansiedad. Si no conoce a nadie, habrá leído sobre personas que sí han padecido síntomas o estén diagnosticados de algún trastorno de ansiedad. En el caso más extremo, simplemente lo habrá escuchado en algún medio de comunicación, pues la ansiedad es un tema de actualidad que afecta a nada más ni nada menos que al 3,6% de la población mundial (unos 264 millones de personas). En España sufren ansiedad más de 2 millones de personas, y se estima que los valores seguirán aumentando en los próximos años. A pesar de ello, definir el concepto de ansiedad puede resultar muy complicado. Aunque esto se debe puede deberse a una serie de casuísticas que comentaré a continuación.
Las distintas caras de la ansiedad
Cada vez que un paciente refiere “tengo ansiedad” en mi consulta, siempre me veo obligado a preguntar “¿a qué te refieres?”. La contestación nunca es la misma. Algunos proclaman que no dejan de preocuparse por algún tema, hasta el punto de pasar horas en cama por la noche sin poder dormir. Otros responden, asustados, que de repente sus corazones laten a mil, sus respiraciones se entrecortan, empiezan a sudar… ¡hasta creen que se van a perder la razón! Otros lo definen como un bloqueo y sensación de incomodidad a la hora de realizar algo. Alguno hasta llega a explicar que se siente fuera de su cuerpo, o vive como si el mundo no fuese real. Muchos de ellos contestan varias de estas situaciones mencionadas y otros incluso ninguna de ellas.
La claridad del profesional de la salud mental
Cuando una persona acude a tratamiento psicológico y consulta acerca de lo que está experimentando es común que ésta salga confundida, pues algunos profesionales de la salud mental (y profesionales de la salud en general) utilizan con frecuencia un lenguaje complejo y difícil de entender. “A usted lo que le ocurre es que tiene ansiedad de tipo cognitivo”, “usted padece ansiedad generalizada”, “usted tiene un trastorno de pánico sin agorafobia” “en su cabeza predominan síntomas de ansiedad anticipatoria y cogniciones negativas disfuncionales”.
¿Qué es la ansiedad?
La ansiedad no es más que miedo. El miedo es la emoción básica que nos ha permitido sobrevivir como especie durante millones de años. Cuando nuestros antepasados percibían un peligro inminente (por ejemplo, el ataque de un león), su ritmo cardíaco y respiratorio aumentaba, sus músculos se tensaban, liberaban calor mediante el sudor, sus pupilas se dilataban e incluso podían llegar a defecarse u orinarse encima. En resumidas cuentas, sus cuerpos se preparaban para luchar o huir. Si no había escapatoria posible o el peligro superaba las expectativas, el cuerpo se quedaba completamente bloqueado. Si el peligro no era inminente, pero sí posible (por ejemplo, ir a cazar a la selva y saber que en algún momento podría aparecer un león), todos los recursos cognitivos de nuestros antepasados se centraban en intentar predecir lo que ocurriría y su atención estaba completamente puesta en tratar de detectar cualquier pequeño indicador de que el peligro se acercaba. Cuando se trataba de supervivencia, nuestro cerebro y nuestro cuerpo bloqueaba el resto de funciones para poder vivir un día más.
Sin embargo, aquella emoción que permitió que nuestra especie perpetuase, es hoy una de las condiciones más incapacitantes que un ser humano puede soportar. Las personas que padecen ansiedad se sienten totalmente anuladas, porque no son capaces de comprender por qué sienten un miedo desproporcionado e irreal a hablar en público o coger el coche, cuando saben perfectamente que sus miedos son probablemente infundados. No son capaces de comprender por qué están horas y horas pensando en lo que pueda pasar, cuando no pueden predecir el futuro (ansiedad generalizada). Tampoco entienden cómo pueden sentir que van a morir o a darles un infarto cuando simplemente salen de casa al supermercado o al centro comercial (trastorno de pánico) … No puedes entenderlo porque tu cuerpo y tu cerebro perciben un peligro inminente harán lo necesario para que sobrevivas un día más.
¿Qué hacer si sufro ansiedad?
Si estás leyendo esto y padeces ansiedad, lo primero que debes saber es que la ansiedad, por incapacitante que pueda llegar a parecer, es una condición de la que se puede salir. Las 2 claves más importantes que debes seguir son las siguientes:
- ¡No esperes más! La ansiedad es una problemática que tiende a empeorar con el tiempo. Aunque a veces creas que la puedes controlar por ti mismo, lo más seguro es que la ansiedad acabe controlándote a ti. Cuanto antes actúes, mayor probabilidad de éxito tendrás de salir.
- Busca ayuda profesional. Si bien es cierto que existen muchos tips que pueden ayudar a aliviar los síntomas (realizar ejercicio físico, meditar, hacer yoga, etc.) lo cierto es que solamente un profesional de la salud mental puede diseñar un tratamiento que se adecúe a tu situación. En este caso, además, añadiré que la mejor solución es buscar la ayuda de un profesional de la psicología, pues el tratamiento de elección en todos los trastornos de ansiedad es el psicológico, según la guía de tratamiento más prestigiosa del mundo (la guía NICE).
Psicólogo General Sanitario, graduado en Psicología en la Universidad de Santiago de Compostela.